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    Mi nombre es Eva María Martínez. Licenciada en TeI por la UMU en 2009, he trabajado como in-house durante más de 3 años y he dedicado otros cuantos al fansubbing. En la actualidad soy traductora autónoma y coordinadora de la Revista Traditori.

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Consejos para no liarla parda (II)

Tras la primera entrega de esta saga (que espero dé para mucho), os traigo la segunda tanda de emociones fuertes no aptas para traductores sensibles (ahora es cuando hago aparecer los dos rombos…)

Más bien debería poner «Traducciones para no dormir», pero me da pereza editar la imagen...

Venga, va, no os hago esperar más. Hoy, «Consejos para no liarla parda» va dedicado a la traducción de menús, que es bajo mi punto de vista uno de los campos que más nos deleita con perlas realmente hilarantes. Las dos contribuciones más sangrantes interesantes las he obtenido mediante Facebook de la mano de dos colegas, Julia Gara Lecuona Allende e Isabel Espuelas Olagaray. ¡Gracias por difundir las imágenes y darme permiso para usarlas! 

A ver, queridos propietarios de restaurantes:  aunque no os lo creáis, traducir un menú puede ser bastante complicado y hay que saber hacerlo. No es tan sencillo como pasar el nombre del plato por Google Translator (o similar) o como buscar las palabras del plato una a una en el diccionario de bolsillo que aún conserváis del colegio arrumbado en alguna estantería, enmohecido y comido por el polvo. A nosotros (los traductores, entiéndase) nos duele la boca de tanto decirlo, pero lo repetiré una vez más: traducir no consiste simplemente en poner unas palabras detrás de otras. Es como si nosotros dijéramos que cocinar «solo consiste» en echar las cosas a la olla o a la sartén unas detrás de otras así, sin más.

En fin, primera perla de calentamiento: esta foto la hice yo el restaurante de un hostal :

Segundo menú, de la mano de Isabel Espuelas. Esta es tan jugosa que me ha dado incluso para sacar las conclusiones siguientes:

  • Primera: si la palabra que buscamos no aparece en el Collins de bolsillo, no existe en el idioma de destino. Deducción: se dice igual que en español.
  • Segunda: como alternativa a la primera opción, podemos afirmar que si la palabra que buscamos no aparece en el Collins de bolsillo, tenemos vía libre para echar a volar nuestra imaginación.
  • Tercera: para obtener un resultado «más mejor», podemos combinar las dos primeras opciones más Google Translator o similar.
  • Cuarta: las palabras tienen un sentido unívoco. Una palabra, un significado fijo. Nada de equivalentes según el contexto, la especialidad y todas esas cosas por las que tanto nos comemos nosotros la cabeza cuando tenemos un texto delante. Si nuestro diccionario de bolsillo dice que «bonito» es beautiful, es beautiful para todo. Sí sí, leedlo vosotros mismos (pinchad encima para ver la imagen más grande, aunque tendréis que echarle imaginación porque tampoco aumenta demasiado):
Y si lo anterior os ha dolido, esperaos a ver la imagen siguiente (gracias a Julia Gara por la contribución). De esta preciosidad, además de todo lo citado anteriormente, deduzco esta otra regla elemental (buscad un coagulante por casa):
  • Si no cuidamos la ortografía en nuestra propia lengua, mucho menos en idioma ajeno.

Corolario: plis, dejad vuestras cartas en manos de traductores profesionales. Pero ojo, he dicho traductores, no que le paséis la carta a vuestra prima que estuvo un mes en Londres o en Canterbury y que «sabe inglés». Evidentemente, tendréis que pagar el servicio (también nosotros pagamos nuestros platos cuando salimos a comer fuera), pero os merecerá la pena si no queréis ser la vergüenza de extranjeros, profesionales del idioma y lo más peligroso: traductores depredadores a la caza de joyas como estas que luego se dedican a hacer recopilaciones para colgarlas en sus blogs :P.

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40 comentarios

  1. Con este tipo de entradas me tiro riendo horas. Al menos, a su favor, debemos decir que es más complicado hacer esas traducciones que no traducirlo. Se merecen un aplauso por su ingenio.

    Un abrazo, Eva 😀

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  2. Lo de las traducciones de cartas de restaurante en España es algo que me dejó perpleja desde que pisé el país con edad de leer. En los 80 y en pueblos pequeños, podía comprender que no tuvieran los recursos necesarios para hacerlo mejor, pero en el siglo XXI, es de ignorantes continuar una tradición así. Una vez, en un bar pequeñito de pueblo, mi madre encontró la traducción de la carta tan hilarante que tomó bolígrafo en mano y se la tradujo allí mismo con la esperanza de que no se ofendieran y pusieran a buen uso su traducción.
    Hoy en día, encontrarte cosas como «we give you the welcome» en un restaurante de hotel de 5 estrellas de la capital es de risa.

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    • Lo del restaurante del hotel de 5 estrellas sí que me deja muerta… Aunque ya haré una nueva entrega sobre «Traducciones en instituciones locales», que también llevan tela :_D.

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  3. Pedro

     /  17 abril, 2012

    Delirantemente genial… Ehpein í differén! XDDD

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  4. azoteortografico

     /  17 abril, 2012

    La traducción de menús da para tanto… La verdad es que sí; no me quiero yo imaginar qué debe de sentir un extranjero cuando se encuentre alguna de esas perlas y, peor aún, tenga que entenderla para saber qué es lo que va a pedir. De todos modos, bien es cierto que las barrabasadas no se ven solo dentro de nuestras fronteras. Aunque no se trata de un menú, las indicaciones de seguridad en el aeropuerto de Luton (Londres) están redactadas en un español inventado que deberíais ver. Mi móvil no tenía batería en ese momento y no pude hacerle foto, pero todo se andará. Y son tantos los ejemplos…

    Con todo… ¡buen provecho! ¿O debería decir ‘good profit’? 😛

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    • Deja unas joyas dignas de enmarcar en todos los idiomas, sí. Me encantará ver la carta redactada en español inventado cuando tengas oportunidad de hacerle la foto si tienes que volver a pasar por allí…

      ¡Saludos!

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  5. Uno de los casos más sangrantes que he visto, con permiso del bonito, es la traducción al francés de hamburguesa en un bar de Almuñécar: hamburgeoise. Lástima no haberle echado una foto… xD

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  6. Jejeje, ha sido un placer poder aportar un granito de arena!! Lástima que no se pudiera leer mejor la foto de Isabel (mira que me pegué a la pantalla), porque lo poco que sí era legible no tenía desperdicio!!
    Efectivamente, traducir un menú es complicado y lo digo por experiencia propia!! Con la diferencia de que, además de por profesionalidad, me encantan la cocina y la gastronomía, así que le pongo un cariño, un mimo y un celo especial…el mismo que le pongo a fotografiar a todos aquellos que tiran de Google translator!! Te tengo que pasar la foto mítica de los «Milksnakes», para que añadas una modalidad…si eres analfabeto, no vale copiar al tuntún lo que te ponen delante en plan amanuense, que luego pasa lo que pasa!

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  7. Mira que el inglés no es mi fuerte y que nunca me he aprendido el nombre de muchos alimentos básicos, pero eso no me ha impedido echarme unas risas con los menús.
    Es que simplemente con un poquito de gusto por el idioma al que «traducen» harían algo comprensible. Eso sí, si lo hicieran bien nos quitarían una buena fuente de anécdotas, y eso sería una pena ;).

    ¡Un saludo!

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    • Ahí sí que tienes razón… ¿qué sería de nosotros sin estas fotos? Nuestros blogs serían la mar de sosos sin estos descubrimientos… (al menos el mío, que me encanta poner este tipo de cosas).

      ¡Saluditos!

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  8. Que sepáis que esto no ocurre solo en España. Yo he visto bastantes cartas de restaurantes por Londres que hacen que me haga pis. Una de ellas fue en un restaurante portugués y tardé como 15 minutos en entender que «Firewater» en verdad no existía en inglés, ante las preguntas insistentes de mi novio:

    Otra anécdota famosa es la traducción de una receta de Arzak, para un famoso e importante supermercado británico, que es para mear y no echar gota: http://www.axonpublish.com/2011/01/26/a-recipe-for-disaster-2/

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    • JAJAJAJAJAJAJA, ¡que me parto! ¡»Pretty» y «Beautiful» se hacen la competencia! xDDD

      Está claro que la traducción de menús deja perlas en todos los idiomas. Si puedo hacer una pequeña recopilación de este tipo de errores, hago una segunda parte de esta entrega para dejar claro que es algo generalizado :P.

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  9. Muy buena y real como la vida misma ¡Cuándo aprenderán!

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  10. Eva! esto es mejor que mis chistes!!!

    Hay una cosa que yo siempre me he preguntado: si se toman el tiempo de maquetar la carta en colorcitos, con su tipografía, sus márgenes, e imprimirla a doble página, incluso a veces insertarla en esas fundas «»»»»»»higiénicas»»»»»»» (con muchas comillas) de plástico transparente… ¿Cómo no se gastan unos durillos en un traductor?

    He llegado a la conclusión de que no es tacañería, es puro desconocimiento. Viviendo en Alemania yo misma también he cogido el bolígrafo y le he pegado algún repaso a algún «expendiente X» de este tipo. Si nadie se lo dice, ¡a lo mejor no lo saben!

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    • Carmina, algunos de tus chistes son épicos, pero esto desde luego no tiene desperdicio :P.

      Te doy la razón: es puro desconocimiento. Yo creo que la mayoría no saben ni que existimos, así que seguiré la recomendación que me ha hecho Judit más abajo para un futuro post, a ver si conseguimos llegar hasta el público de la hostelería…

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  11. Lluís

     /  18 abril, 2012

    Delirante XD
    Pero cuando ocurre además con el idioma propio del propietario del local por pereza de no pasar el corrector… En una ocasión incluso se ofendieron al comentar yo, iluso, un pequeño gran error en el cartel de una casa de comidas. En fin… ¡Una entrada muy divertida!
    Lluís

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    • Bueno, eso ya sí que tiene delito. Y que encima se mosqueen si se lo comentas al propietario o al encargado de turno (con toda tu buena voluntad de hacerles un bien), pues ni te cuento.

      ¡Saluditos!

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  12. Judit

     /  18 abril, 2012

    Yo siempre me acordaré de la cara que pusieron los erasmus alemanes de mi universidad cuando fuimos a comer a un restaurante y en la carta vieron un plato que era «Juden mit Wurst» :-s
    Molaría que hicieras esta entrada enfocada a los dueños de restaurantes y bares que no tienen ni idea de idiomas, porque nosotros nos echamos unas risas, pero para ellos pueden estar perfectamente bien porque no entienden las burradas que ponen realmente en su carta. Creo que si se les explica bien con algunos ejemplos, algunos se darían cuenta de que vale la pena invertir un poco de dinero en una buena traducción de la carta y podríamos ponerlo por blogs de restaurantes y demás.

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    • Lo haré, Judit, ¡gracias por la idea! Yo soy consciente (solo a medias en algunas ocasiones) de que muchas veces el motivo de estas metidas de pata garrafales es el desconocimiento puro y duro (en todos los sentidos además), como decía Carmina más arriba. Es como cuando nos vamos a un país extranjero, haces un grupito de amigos/colegas, empiezas a hablar para soltarte y practicar y de repente todos empiezan a partirse de la risa, y tú con cara de póker hasta que alguien te explica que, al pronunciar mal «X» fonema, pues has dicho «Y» burrada en lugar de lo que querías decir.

      Pero todo sea dicho, nos viene bien echarnos unas risas de vez en cuando :P. Plantearé la temática desde una perspectiva más seria en una próxima publicación para ver si conseguimos concienciar al sector hostelero un poquito de la importancia de la inversión en una buena traducción de su carta de menú.

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  13. Yo creo que está hecho adrede. El primo/hermano/sobrino era traductor/a de verdad y estaba hasta las narices de que le hicieran traducir gratis, («pero hombre/mujer si te cuesta dos minutos que es poca cosa que es muy fácil blablabla») y como era de la familia ya sabía que no le iban a pagar; al final se dijo, «pues te vas a enterar» y lo paso por el Google translator y a correr ;-))))))

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  14. Sol

     /  18 abril, 2012

    Cómo me apatece una «table of iberian». Si no lo veo no lo creo. Felicidades por el artículo.

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  15. espelius

     /  20 abril, 2012

    No voy a decir nada nuevo ni a aportar nada, pero a mí estas cosas me dan mucha pena y vergüenza.

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  16. Tienen dos opciones si no quieren hacer el ridículo. Si creen ser sitios de nivel, se gastan los cuartos en traducciones profesionales. Si no tienen grandes aspiraciones, hacen como en mi pueblo y optan por cartas solo con fotos para que los guiris puedan señalar con el dedo. Es lo que hicimos unos amigos la primera vez que fuimos a Alemania: señalar algo en los escaparates y decir «das, bitte».

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    • Jajajajaja, me gusta la opción de las fotos porque me recuerda a los bares de platos combinados (y a los kebabs). Además, es una solución muy eficaz :P.

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  17. Isabel Espuelas

     /  8 junio, 2012

    Muchísimas gracias por la mención, Eva. Intento seguiros a todos, pero sois tantos blogueros y contáis cosas tan interesantes, que necesitaría días de 48 h. Dicen que más vale tarde que nunca, ¿no?

    De nuevo, gracias. Y es todo un placer poder ayudarte.

    Un beso
    Isabel

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  18. En Valencia vi en un bar un menú ENORME (tanto literal como metafóricamente) que contenía perlas como little Russian salad o brave potatoes. Lástima de no llevar la cámara encima en el momento.

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    • ¡Puaf! Pues sí que es una pena, sí… En casos como ese, siempre viene genial llevar móvil con cámara encima :P. Últimamente he visto bastantes perlas de traducciones de menús rulando entre mis contactos de Facebook y la verdad es que cuando pienso que ya no me puede sorprender nada, siempre hay algo más desternillante que lo que haya podido ver anteriormente…

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